Por Arq. René Benítez

¿Quién no se enamoró del vestidor de Sarah Jessica Parker en Sex and the City?, o ¿qué me dicen de la atractiva idea de crear tu boutique personalizada? La idea de un walk-in closet ha pasado de ser algo que sucedía solo en sets de grabación a un gusto de muchas casas y familias contemporáneas.

 

La sensación de entrar a un cuarto y sentirte como en una “casi galería” donde están las piezas que más pueden emocionarte es algo muy importante ya que vestirnos una de las acciones que dictarán la energía con la que viviremos nuestros días. Pero es algo mucho más complejo que solo tener armarios, cajones y un espejo.

 

El Walk-in Closet como su nombre lo indica, un espacio en el cual tu puedes adentrarte en tu propio armario en un sentido literal, que generalmente está organizado en Vestimenta, Zapatos y Accesorios, sea solo para una persona o para una pareja donde en este caso, son los mismos rubros pero divididos en “Él y Ella”.

 

 

Pero la importancia de un Walk-in Closet, además del espacio, debe ser la sensación de glamour, fastuosidad y de buen gusto ya que, psicológicamente al vestirnos, nos estamos preparando para nosotros, nos estamos consintiendo y qué mejor que lograrlo, sintiéndonos en un espacio rico en buen gusto y diseño donde podamos sentir que tu propio guardarropa es una selección hecha por los mejores diseñadores sólo para ti.

No puede faltar en este espacio un buen espejo (¡con diseño por favor!), una silla o una otomana, un candil o un muy buen diseño de iluminación y por último, detalles que le den tu personalidad al espacio, desde flores, fotografías, una obra de arte, algo en donde puedas experimentar y disfrutar de tu intimidad y, sobre todo, que sepas que saldrás de ahí sintiéndote espectacular.

 

Y si no tienes un Walk-in Closet, haz de tu closet, armario o ropero, una pieza que pase de ser un simple mueble a un espacio que te invite a descubrir y a reinventar tu persona, una pieza que te inspire.

 

Pretextos para consentirnos sobran y para darle un plus a nuestra vida así que comencemos a probar y a adueñarnos de quien somos y quién queremos ser.

¡A vivir la verdadera experiencia de vestirnos!