Por: Zaira Aparicio
Los jardines zen son áreas verdes diseñadas para transmitir tranquilidad, tanto para quien los realiza, como para quien los contempla. La palabra japonesa para denominar un jardín zen es: karesansui 枯山水; que significa Paisaje Seco.
La belleza de un Jardín Zen es invisible a los ojos, se debe observar en silencio, meditando en nuestro interior y así la mente deja de estar limitada y comienza la búsqueda del entendimiento. Según la teoría existen puertas que tenemos que abrir cuando hacemos una introspección en nuestro ser, cuando buscamos verdaderamente en nuestro interior y percibimos en qué etapa espiritual nos encontramos y cómo hemos guiado nuestros actos.

Jardín Zen en Templo de Kioto, Japó, Pamela Aparicio, 2014.
Entre la composición de un jardín se encuentran:
Las 8 rocas que representan los 8 senderos de la sabiduría, por los que el ser humano tiene que atravesar para llegar a la iluminación: Fuerza de voluntad, misericordia y creación; que consiste en llevar a cabo nuestros sueños y tener la satisfacción de hacer el intento, otro sendero consiste en la percepción de la belleza interna y externa en equilibrio, en cuanto al resto de los senderos son: tolerancia, y el perdón sin guardar rencores, comprender que cada quien tiene su etapa de evolución, nadie es perfecto, la formación, es decir; normar nuestro criterio, aprendiendo de todo lo que se nos presenta, estar atentos y abiertos para recibir los mensajes y en penúltimo lugar el conocimiento con humildad, saber que nunca se deja de aprender. Por último el noveno sendero es el entendimiento, pues no basta tener sabiduría ó conocimiento, se requiere también entendimiento para llegar a la iluminación.
Éstos jardines escenográficos tienen además otro significado en su composición como figuras representativas de la naturaleza, por ejemplo que las rocas son las montañas, la arena es rastrillada en patrones que evocan el flujo del agua o de tenues nubes que lo cual nos ayuda a eliminar todo tipo de influencias negativas, como pensamientos y actitudes, dando paso a la serenidad, el musgo ó diversas plantas que armonicen representan varios significados según el tipo de planta, por ejemplo el pino, que representa la calidad de ser anciano: físicamente torcido, pero fuerte y con raíces profundas, además de otros árboles que cambian su follaje según las estaciones ayuda a la meditación pues simboliza el continuo cambio y la caducidad las cosas, que para la mentalidad occidental, es un importante símbolo de belleza.
Otro elemento importante de los jardines zen es el sendero que nos guía a través del jardín, además significa que debemos ser consecuentes y reconocer los pasos que nos ayuden a avanzar a progresar en la vida.
“El Jardín Zen es un reflejo de nuestro Jardín Interior, en la búsqueda de la imagen del equilibrio, la armonía y la paz interna”.

Templo Kinkakuji, Kioto Japón, Robert Albert, 2015
Bibliografía:
http://namastejardineszen.blogspot.mx/2010/04/jardines-zen-historia-y-significado.html
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